La recomendación/crítica de hoy no estará exenta de polémica, pues se trata de la controvertida Alatriste, la adaptación cinematográfica del universo y las aventuras del famoso personaje homónimo del escritor Arturo Pérez Reverte.
Los fans de Las aventuras del Capitán Alatriste, entre los cuales ocupo un lugar de honor, esperaban como locos esta adaptación, así como el público en general, pero la misma, a pesar de funcionar bien en taquilla, no dejó a todo el mundo satisfecho. Pero a mí me gustó...
Tal vez el público español esperaba ver una especie de El señor de los anillos con los tercios viejos repartiendo mandobles, y el viejo Capitán Alatriste luchando solo contra cientos de holandeses, dándoles pasaporte con la espada y la daga. Obviamente esto no iba a pasar, pues nos encontramos ante una película realista.
Es evidente que la película no es redonda y tiene problemas graves: lo inconexo de las tramas del guión, la falta de ritmo, un casting algo desafortunado en algunos papeles... Sobre todo demasiada ambición.
Pero a pesar de todo eso, la película tiene grandes y emocionantes momentos, y por si fuera poco, podemos disfrutar de una actuación impresionante de Viggo Mortensen, para el que también hubo palos. Y es que la gente no estaba cómoda con su extraño acento, al que consideraban poco realista (lo que es curioso, ya que dudo que la gente pueda saber qué acento tendría un soldado buscavidas del siglo de oro). Yo, sin embargo, pienso que es un lujo disfrutar de un actor de la talla de Mortensen haciendo un trabajo tan profundo y vaciándose en la labor.
Si bien es cierto que no creo que la elección para la dirección de Agustín Díaz Yanes fuera acertada, hay que reconocerle el interés (aunque es cierto que no consigue generar un buen ritmo narrativo). Por otra parte, la factura técnica de la película es exquisita: la fotografía es muy buena, el sonido y el diseño de producción no desentonan, y sobre todas las cosas, ahí está la genial música de Roque Baños, protagonista junto con Mortensen de la cinta.
Y es que la maravillosa banda sonora de la película tiene ese punto de épica fallida, de miserables con honor, de hombres olvidados en el barro. Porque en Alatriste no hay caballeros de brillante armadura (bueno, sí los hay, pero son los corruptos, las sanguijuelas que viven de sangrar a los que tienen abajo, en fin, los nobles), hay hombres y mujeres con el coleto de cuero raído (en este caso el coleto de cuero sería metafórico) y manchados de barro y mierda hasta las orejas.
Lamentablemente, la película parece un eterno anti-clímax. Y esto fue lo que gran parte del público no pudo perdonar (ya que, repito, esperaban ver una especie de El señor de los anillos con Alatriste).
El principal error fue intentar abarcar tanta historia (la casi totalidad de los libros publicados y contenido adicional escrito para la película), cuando si se hubiera hecho una película más sencilla siguiendo la historia de alguno de los libros, se podría hacer conseguido una película redonda que hubiera podido comenzar una saga exitosa y rentable.
Como ya he dicho, Díaz Yanes (que también firma el guión) intenta abarcar más de lo que puede, buscando una cinta al estilo de El Padrino 2, o Érase una vez en América, pero falla en el intento. En este caso, menos seguramente hubiera sido más.
Eso sí, al tratar toda la trayectoria vital del Alatriste que podemos ver en las novelas de Pérez Reverte, los tiempos muertos se ven recompensados con algunos grandes momentos (grandísimos), y eso también hay que reconocérselo al director: Alatriste hablando con Íñigo del amor, Alatriste visitando a una María de Castro enferma y derrotada, un abatido Quevedo caminando por las calles del viejo Madrid, o el "cuenta lo que fuimos" de Sebastian Copons... Amigos, lo peor que puede pasarte al ver una película es no sentir nada. Con Alatriste, sentirás (si te quitas de encima los prejuicios).
El reparto muestra sus altibajos. Lo mejor, sin duda, es la soldadesca, la camaradería que muestran, sus leyes no escritas. El reparto en ese sentido muestra un carisma y una complicidad desbordante. Empezando por el propio Viggo (Alatriste), pasando por un genial Eduard Fernández (Copons), hasta unos maravillos Antonio Dechent (Garrote) y Luis Zahera (Pereira).
Juan Echanove hace un digno Quevedo, Javier Cámara tampoco desentona como el Conde Duque de Olivares. Tal vez sea Unax Ugalde, que da vida a Íñigo, el inseparable "ahijado" de Alatriste, el que más tarda en convencer, pero al final lo consigue. Enrico Lo Verso da vida a Malatesta, el villano enlutado, y lo cierto es que da perfectamente la imagen y el tono requeridos. Elena Anaya (Angélica) resulta poco creíble en un principio, pero posteriormente mejora, al igual que pasara con Ugalde. Eduardo Noriega va de más a menos, firmando una actuación bastante mejorable (aunque lo cierto es que el papel era bastante flojo).
En la parte negativa, la elección de Blanca Portillo para el papel de Fray Emilio Bocanegra resulta una extravagancia caprichosa que no funciona en ningún momento, y no porque Portillo no sepa lo que hace, sino porque simplemente NO PODÍA REPRESENTAR ESTE PAPEL.
Alatriste es una película imperfecta que por momentos parece una miniserie para televisión, con preocupantes fallos de guión y caídas de ritmo, pero también es una película que no juega a colmar la experiencia visual para no hacer pensar al espectador, sino que se baja a la arena, a luchar en el terreno del drama, y es entonces cuando consigue sus mejores resultados. ¿Cómo no va a merecer la pena?
Título original: Alatriste. Dirección: Agustín Díaz Yanes. Guión: Agustín Díaz Yanes (novelas de Arturo Pérez Reverte). Música: Roque Baños. Fotografía: Paco Femenía. Reparto: Viggo Mortensen, Unax Ugalde, Eduard Fernández, Elena Anaya, Enrico Lo Verso, Eduardo Noriega, Antonio Dechent, Luis Zahera, Juan Echanove, Javier Cámara, Jesús Castejón, Ariadna Gil, Blanca Portillo, Pilar López de Ayala.
LO MEJOR: Una buena historia de personajes que consiguen nuestra empatía. La emoción de los tres o cuatro grandes momentos que tiene la cinta. El aspecto de la cinta es muy bueno. La música de Roque Baños es genial. La parte del reparto que está bien, está muy bien.
LO PEOR: Que Díaz Yanes jugara con demasiada ambición, perdiendo la batalla del ritmo y la narración. Tramas inconexas y sin importancia, no aportan nada y únicamente matan el ritmo y el interés. El personaje de Blanca Portillo hace daño a la película, y esto es culpa del director, que buscó una extravagancia gratuita.
NOTA: 7/10