jueves, 27 de octubre de 2011

Robocop (1987)


¿Qué puedo contar de una de mis películas favoritas? Hoy os recomiendo la muy infravalorada Robocop, del controvertido director holandés Paul Verhoeven, una perfecta mezcolanza de ciencia-ficción, acción, comedia negra y crítica social, y con un muy estudiado y delicioso toque de serie-B. Esta película, a finales de los 80, ejerció de oráculo para lo que habría de venir, al igual que otros títulos de su época, como la también infravalorada Perseguido (The Running Man).


Se podría caer en el error de pensar que estamos simplemente ante una película de acción ochentera de serie B, pero Paul Verhoeven no suele dar puntadas sin hilo. De hecho Robocop es una sátira feroz sobre un mundo deshumanizado, dominado por el capital de las grandes empresas y corporaciones (¿les suena de algo?) que en un futuro reconocible y cercano, han llevado al mundo a un callejón sin salida de consumismo sin control en el que la gente no vale nada.


Tenemos a un buen hombre, un policía de libro, honrado y honorable, Alex Murphy (el siempre prestigioso Peter Weller), que en su primer día como agente en Nuevo Detroit (típico paisaje urbano-distópico) es acribillado a balazos (en una de las escenas más brutales jamás rodadas) por la banda del criminal número uno de la ciudad, el cruel y cínico Clarence Boddicker (un genial Kurtwood Smith).


Murphy está acabado, pero los médicos consiguen salvar la suficiente proporción de su cuerpo para que Bob Morton (Miguel Ferrer), un joven y ambicioso ejecutivo de la todopoderosa corporación OCP (dueña de todo, incluida la policía de Nuevo Detroit) lleve a cabo su proyecto de policía cyborg. El nombre de ese proyecto es Robocop. Así que Morton pasa por encima del ejecutivo estrella de la compañía, el malo de la película y uno de los villanos icónicos de los 80, Dick Jones (Ronny Cox), y le pisa el proyecto delante del jefazo de la compañía.


Y esto lo consigue porque el proyecto estrella de Dick Jones, el robot vigilante ED-209, monta una masacre en su presentación. Así que Robocop se convierte en un éxito y es introducido en la policía de Nuevo Detroit (un cuerpo en el que día sí día también están haciendo colectas para las familias de los policías muertos en acto de servicio). Pero Jones decide deshacerse, primero de Bob Morton, y luego de su creación, Robocop. Así que una a Boddicker y su banda para alcanzar sus planes.


Como veis la trama no es excesivamente original, pero sí lo es la manera en que se lleva a cabo. Estamos ante una historia de corrupción, honor y venganza, pero contada con un brutal sentido del humor negro que quedó perfectamente condensado en una serie de falsos anuncios televisivos de productos que están compilados en los siguientes vídeos, lo que también fue realizado en la película Perseguido, que trataré otro día.





Hoy en día, vemos esta película y nada nos sorprende, pero si nos damos cuenta de que fue rodada en 1987, una década en la que había una extraña mezcla entre optimismo y pesimismo flotando en el aire, vemos que aquellos que la pensaron hicieron muy bien su trabajo de videntes. Algo nos dice que estamos muy cerca de ese mundo que nos enseñan, mucho menos poético y lírico que el de Blade Runner, pero también mucho más cercano.


Otro de los puntos fuertes de la cinta es la genial banda sonora de Basil Poledouris, uno de mis músicos de cine favoritos (la de Conan es, para mí, la mejor BSO jamás grabada). Poledouris nos ofrece unas épicas melodías industriales que, con sonidos que parecen provenir de una forja, reflejan perfectamente el entorno metálico y frío en el que se mueve la historia.


Tiene grandes momentos canallas, puntazos humorísticos, muertes tan desagradables como cómicas, impactos visuales... En fin, todo lo que se le puede pedir a uno de los títulos míticos de los 80. Por dar un ejemplo, si la muerte de Murphy es brutal, la muerte de uno de los secuaces de Boddicker, Emil (Paul McCrane) tiene una de las muertes más recordadas e impresionantes de la historia del cine, deshaciéndose primero, y luego fulminado por una furgoneta, tras pegarse un buen baño de residuos tóxicos.


En fin, que Robocop es una gran película que se puede ver por muchos motivos, pero el principal es que es extremadamente entretenida y espectacular. Sus secuelas fueron reduciendo la calidad desde la más que digna segunda parte hasta la ridícula y horrible tercera entrega, pero el aroma de la primera sigue inalterable más de 20 años después. Una película de ciencia-ficción que cada vez tiene menos ficción...

Título original: Robocop. Director: Paul Verhoeven. Guión: Edward Neumeier, Michael Miner. Música: Basil Poledouris. Fotografía: Jost Vacano. Reparto: Peter Weller, Nancy Allen, Kurtwood Smith, Ronny Cox, Miguel Ferrer, Daniel O'Herlihy, Ray Wise, Paul McCrane, Jesse Goins, Robert DoQui.

LO MEJOR: La acertada fotografía social. Los "pasotes" de Paul Verhoeven. El genial humor negro.

LO PEOR: No se me ocurre nada que reflejar...

NOTA: 8/10.

2 comentarios:

kei dijo...

Una pasada. Y creo que es de la primera tb la chica que salva disparando atravesando su vestido y aghhh...

Ángel Codón Ramos dijo...

Exacto, tiro en los huevos! :D