martes, 27 de septiembre de 2011

Un día de furia (1992) - Falling Down


¿Puede haber una película que refleje mejor lo que siente la mayoría de la gente en estos días de crisis, recesiones, bodas de duquesas, políticos corruptos y 2000 euros de dietas? Yo creo que no, ya que Un dia de furia, del irregular Joel Schumacher, se ha convertido en un icono para todos los ciudadanos indignados de  las grandes ciudades desde que se estrenara, hace casi 20 años.


Estamos ante una película que ha recibido tantas críticas como alabanzas. Se la ha acusado de ser una declaración fascista, pero también de ser un alegato anarquista. Unos dicen que es una película de extrema derecha, otros dicen que es de extrema izquierda. Lo cierto es que simplemente es una película, pero los críticos son bastante toca-pelotas. Y es que este film bebe del estilo cultivado por el thriller de los años 80 (que a su vez bebía del que se creó en los 70, gracias a gente como Siegel o Peckinpah).

Un día de furia comienza con William Foster (Michael Douglas) metido en un monumental atasco en una carretera de Los Ángeles, mientras se dirige a casa de su ex mujer por el cumpleaños de su hija. Foster, un trabajador del ministerio de defensa, sufre un desequilibrio mental que solo se manifiesta en situaciones límite, y más de una de esas situaciones está apunto de aparecer...


Así que Foster se le cruzan un poco los cables y se ve forzado a abandonar su coche en el atasco y salir a buscar un poco de aire fresco. Ese hombre conservador, que viste como visten los controladores de la NASA de las películas ambientadas en los 70 y que tiene un corte de pelo de estilo militar, parece relajarse un poco, pero pronto se encontrará con problemas cotidianos que aparecen en cualquier ciudad: unos matones que te quieren chulear, un tendero que te trata como si fueras basura, una hamburguesería que te repite una y otra vez sus estúpidas reglas a la hora de servir desayunos, un fanático nazi que te cree su igual...


En una crítica un tanto tramposa (aunque innegablemente hábil y valida) de la sociedad urbana moderna, un Foster instalado en el nihilismo, por culpa de una serie de sucesos aleatorios, se introduce en una huida hacia delante que va cogiendo más y más velocidad, hasta que alcanza el punto de no retorno. Foster se convierte en un vengador urbano, en un libertario anarquista que encarna toda la frustración del ciudadano medio, aunque este ciudadano medio esté también medio loco.


Por otro lado tenemos al policía que se enfrenta a su último día de trabajo antes de retirarse, Prendergast (Robert Duvall), que seguirá los pasos de un cada vez más desquiciado Foster, e intentará pararle los pies. Se nos presentan, por lo tanto, a dos hombres (casi) corrientes enfrentados por cuestiones de puro azar. El mensaje es que el espectador podría ser cualquiera de los dos, que solo los pequeños detalles te pondrían a un lado o al otro de la línea. Hay algo de terror en esta película. Hay algo que nos asusta al mostrarnos una parte oculta de nosotros mismos, una parte que nos da algo de miedo, y que también nos gusta un poco.


Todavía me extraña que ninguna televisión haya aprovechado el momento que vivimos para poner una y otra vez esta película, esta especie de V de Vendetta alocada y colorista hija de los 90. Es una película cínica, tramposa, juerguista, nihilista, pero también angustiosa, triste... Consigue que empatices con los dos protagonistas, consigue que hagas tuyos sus problemas. Notas ese horrible calor de Los Ángeles, la opresión de ese ambiente lleno de polución, notas que, cualquier día tú podrías ser otro William Foster.

Esta es, ante todo, una película divertida, entretenida y ágil, pero también un espectáculo claustrofóbico y nihilista que puede afectar a más de uno. Les añado algunos de los mejores momentos del film, algunos de los detonantes que van subiendo el mercurio en el termómetro de William Foster:

La escena del dependiente Coreano:



La escena de la hamburguesería:



La escena del nazi de la tienda militar:


Título original: Falling Down. Dirección: Joel Schumacher. Guión: Ebbe Roe Smith. Música: James Newton Howard. Fotografía: Andrzej Bartkowiak. Reparto: Michael Douglas, Robert Duvall, Barbara Hershey, Rachel Ticotin, Lois Smith.

LO MEJOR: La capacidad que tiene para hacernos sentir todo lo que siente el protagonista. Un ritmo frenético.

LO PEOR: Es algo tramposa y poco sincera. A veces parece que hay muchas acciones y que faltan algunas reflexiones, la película podría tomarse un respiro para ganar profundidad.

NOTA: 7/10.

2 comentarios:

Javi Yebenes dijo...

La vi hace mucho tiempo y ya casi ni me acuerdo! Me he puesto a buscarla para verla esta noche.
He de decir que nunca fui un gran fan de Michael Douglas, más bien por su elección de personajes, pero soy un gran admirador de su "Gordon Gecko" y otros de sus malvados.

Gracias por la recomendación!

Javi Yebenes dijo...

Al final no tuve mas remedio que acabar viendola. Me rindo al gran Robert Duvall en cada pelicula que lo veo. Esta claro que en El Padrino alcanza el climax, pero me encanta en Apocalipsis Now y Dias de Trueno. :) Fue divertida de volver a ver!